Entre chanzas y bromas, el grupo de a poco se dispersa. Terminó el año laboral y también su festejo.
En la calle solitaria y tranquila solo quedan, ella... y él.
La charla innecesaria se silencia poco a poco, hasta que callan. La esquina está cerca y el paso se hace más lento.
En la esquina sus rumbos se separan; ambos lo saben. Pese a ello, él dice, tontamente:
- Yo aquí doblo. ...¿Vos?
Ella duda un instante y contesta lo más obvio. "Yo,… sigo derecho. "
- “Claro, claro. Bueno… ¡chau!”. Dice él, temeroso y confundido.
Ella, casi en voz baja, morosamente, sólo replica
- “¡Chau!”
Toman sus rutas separadas, aunque él a pocos pasos se detiene. Busca la figura que se aleja y ruega que se vuelva, que lo mire, sólo eso.
A una eterna media cuadra, ella gira, lo mira y no se mueve.
Quietos, congelados, se contemplan.
De pronto, con paso firme y decidido, ella regresa, se planta a unos metros y lo increpa, digna y terminante:
- ¡Estúpido! ¿Por qué no preguntaste?
No espera respuesta, no era una pregunta. Gira y regresa por su camino de siempre. No volverá a mirar atrás.
Terminó el año laboral y ellos también saben que pronto, el calendario, ese también terminará
----------------------------------oo0oo------------------------------
LRM, Abril 2024