martes, 2 de abril de 2013

Acerca del 2 de abril de 1982


Hoy 2 de abril de 2013, entré al oráculo virtual a buscar información acerca de un poema de Borges, tras lo cual descubro una nota acerca del citado escritor; nota que me pareció muy interesante y sin duda puede ser discutida por muchos. De hecho, Borges es una figura controversial por sí misma, por lo tanto también lo que se diga de él.

"Copiar y pegar" me parece incorrecto en este caso, de modo que paso el link:

Aclaración necesaria: la puesta del link no implica posición personal acerca de los demás contenidos de la página, a la que no conozco. Me limito a lo publicado en esta nota.

Aquí acceso a la nota

Comparto también el relato de Borges (que dio origen a la búsqueda).

Llego a él por un post de Rogelio Ramos Signes en su muro de Facebook.

JUAN LOPEZ Y JOHN WARD.

Les tocó en suerte una época extraña.

El planeta había sido parcelado en distintos países, cada uno provisto de lealtades, de queridas memorias, de un pasado sin duda heroico, de derechos, de agravios, de una mitología peculiar, de próceres de bronce, de aniversarios, de demagogos y de símbolos. Esa división, cara a los cartógrafos, auspiciaba las guerras.

López había nacido en la ciudad junto al río inmóvil; Ward, en las afueras de la ciudad por la que caminó Father Brown. Había estudiado castellano para leer el Quijote. El otro profesaba el amor de Conrad, que le había sido revelado en una aula de la calle Viamonte.

Hubieran sido amigos, pero se vieron una sola vez cara a cara, en unas islas demasiado famosas, y cada uno de los dos fue Caín, y cada uno, Abel.

Los enterraron juntos. La nieve y la corrupción los conocen.
El hecho que refiero pasó en un tiempo que no podemos entender.

Jorge Luis Borges

Este poema se publicó por primera vez en el Suplemento Cultura y Nación de Clarín,
el 26 de agosto de 1982.



Cementerio argentino en Darwin - Islas Malvinas





domingo, 31 de marzo de 2013

Invitación al Haiku

y otras derivaciones


No sé cuántas personas habrá como yo, que no conocía de esta variante literaria, pero supongo que quizás no sea yo el único.

Pues bien, para aquellos que pudieran compartir mi desconocimiento va esta presentación del Haiku, al cual llego desde un correo que me envía mi amigo Pablo Ayub.

Entrando un poco en el gran oráculo virtual visité algunas páginas, de las cuales seleccioné algunas y agregué sus links para compartir con quienes quieran ahondar en este hermoso tema.


El correo del profe Pablo Ayub

El haiku es una forma de poesía tradicional japonesa.  Consiste en un poema breve.

La poética del haiku generalmente se basa en el asombro y el arrobo que produce en el poeta la contemplación de la naturaleza.

El haiku tradicional consta de 17 moras (unidad lingüística de menor rango que la sílaba) dispuestas en tres versos de 5, 7 y 5 moras, sin rima. Comunmente se sustituyen las moras por sílabas cuando se traducen o componen en otras lenguas.

(Fuente: Wikipedia)

Mario Benedetti:



Hay pocas cosas
tan ensordecedoras
como el silencio



Óyeme oye
muchacha transeúnte
bésame el alma



En cofre nuevo
guardé los sentimientos
perdí la llave



Jorge Luis Borges:

Hoy no me alegran
los almendros del huerto.
Son tu recuerdo.


Bajo el alero
el espejo no copia
más que la luna
 
 
Algo me han dicho
la tarde y la montaña.
Ya lo he perdido

 


 
 
Links relacionados o especializados:




En este siguiente link se accede a un hayku de Susana Benet, dentro de una serie ilustrada con acuarelas. A partir de ahi, obviamente, se puede acceder al resto de la galería.
http://www.elrincondelhaiku.org/pub_reflejosIV.php

Otra página con abundante material:

martes, 12 de marzo de 2013


LA OTRA CARA DEL HOAX

HOAX: Hoax hōks] [ sustantivo plural (hoax·s) engaño: un acto con la intención de engañar a la gente para que crean que algo es real cuando no lo es.  (Traducción del diccionario de inglés de Encarta).

Todos sabemos de la lamentable existencia de centenares de correos o posteos en face de los “hoax”, a los que inexplicablemente se siguen dando “reenviar” o “compartir” según el caso, con una liviandad asombrosa.
Ya desde la “era pre face” me molestó mucho la existencia de estos “bulos” o engaños; razones no me faltaron, razones expuestas por muchas cadenas que trataron de impedir el avance de esta modalidad, con éxito sólo parcial. También hay muchas páginas y blogs en internet que ayudan a desenmascarar mensajes dudosos. (algunos links al pie)
Mi intención aquí es poner un granito de arena para ayudar a que el internauta adopte la sana costumbre de corroborar antes de reenviar cualquier cosa.

Olor a HOAX
Hay varias pistas para suponer que estamos frente a un engaño, dadas por las propias estrategias del “bromista”, que son:

  • Atemporalidad y ambigüedad en el lugar de origen
  • Referencias para darle credibilidad
  • Motor que impulse a la difusión

Atemporalidad y ambigüedad en el lugar de origen
El autor evitará dar fechas del hecho; hará referencias relativas que pueden aplicarse en cualquier momento: por ejemplo “La semana pasada….” “Ayer se dio a conocer la noticia….”, etc. Así, la farsa perdura y el lector desprevenido no tendrá que rechazarlo por antiguo.
El lector atento, por el contrario, ya puede comenzar a sentir “olor a hoax”.

Buscará un contexto que geográficamente pueda ubicarse en cualquier lado: “Cuando salía de la facultad….”  “Cuando estaban en la fila del cine…”, etc. Claro, “facultad”, “colegio”, “cine”, “su casa”, hay en todos lados, o al menos en todos lados donde se utilice internet y estas mentiras tengan clientes.

Evitarán datos de contacto: “por favor, avisar urgente si lo ven..”  ¿avisar a quién? ¿Me paro en una esquina y grito? Un pedido serio adjunta un número de teléfono, una dirección de correo u otra referencia de contacto concreta. Atención: también se puede poner cualquier número, pero muchos internautas se toman el trabajo de confirmar y ahí se corta la difusión, algo es algo.
Referencias para darle credibilidad

Están las afirmaciones directas: “Esto es verdad” o “Esta vez es cierto”… O afirmaciones que se apoyan en otras tan faltas de sustento como la primera: “Le pasó a mi prima”, “Consulté con las autoridades de…. y me confirmaron todo”

Las “advertencias” de que lo negarán: “Hablé a la empresa y lo negaron todo, porque sería perjudicial para ellos, pero es verdad….”
Y las falsas referencias a organismos o científicos: éstas son las que más me gustan, por lo divertidas que son en la mayoría de los casos: “LA POLICIA NACIONAL INFORMA….”

¿Policía Nacional? Por lo menos en Argentina eso no existe, o sea que de Argentina, al menos, no es.

Firmado: NN, Director del departamento de ambientación y ecología del Hospital General Torcuato,  …y cosas así.
A veces, estas personas SÍ EXISTEN, de modo que cuando uno busca en internet verdaderamente aparecen e incluso alguna vez hasta coincidieron los cargos en instituciones reales; pero aún así, eso no asegura que esas personas hayan sido los autores, porque sus nombres pueden haber sido tomados fácilmente de internet.

Motor que impulse a la difusión
Aquí se apelan a varias emociones:
 
Ambición: “Si envías esto hoy mismo, mañana recibirás…. “ aquí las opciones se abren: una bolsa de dinero, una noticia increíble que te hará más rico, etc.
Miedo, por riesgos económicos o por cuestiones de salud. (Tal empresa cobrará si no pasas este correo a 10 de tus contactos…) o bien “A los pocos segundos la lengua comenzó a hinchársele hasta varias veces su tamaño, produciendo un dolor insoportable…”
El miedo llevará el puntero del ratón a “compartir” y ahí nomás damos el click.
Compasión: ésta es la que más bronca me da, y sin duda el “punctum” de esta entrada del blog.

Utilizan fotos de niños terriblemente lacerados o debilitados, personas con heridas o deformaciones, animales destrozados, cualquier cosa que “sirva” para despertar la compasión del lector, usada sin pudor alguno.
Algunas veces, creo que las menos, son fotos trucadas. Pero la mayoría apela a fotos VERDADERAS, de personas que realmente  pasaron por esa situación, y que no tienen que ver en absoluto con lo que se difunde en el hoax.
He comprobado vía internet casos en que se mostraba un niño con una triste dolencia; el niño había muerto hacía ya años cuando este infame hoax seguía circulando. Y esto ya no puede tener nada de broma, ya deja de ser un “chiste” de unos cuantos imbéciles que lo crearon; pasa a ser un acto inmoral, agresivo, perverso.
Culpa:  Probablemente la más usada sea la torpe: "Si no lo reenvías, es porque no tienes corazón". Otras un poco más refinadas apelan a cosas como "Pensá que puede ser tu hijo/padre/madre, a cualquiera le puede pasar, ayudá y reenviá"
Lo peor es que esto FUNCIONA, quizás porque muchas personas tenemos muy enraizado el concepto de "culpa" y estas frases nos pegan, aún sabiendo que están jugando con nosotros. Inexplicable quizás, pero así funciona.

Entonces, ante cualquiera de estas emociones, las personas confiadas, las buenas personas que desean ayudar, hacen el click tan ansiado por los autores: “compartir”, o “reenviar”.

LA BRONCA EN MARCHA
Es en el último caso mencionado en el que el hoax produce su mayor daño.
Daño porque usan sin la menor compasión las imágenes de adultos o niños que están SUFRIENDO por su enfermedad o accidente, ellos y su entorno familiar. Que en cualquier momento pueden ver que esta situación de su ser querido está circulando por la red.
Daño porque el que ve el mensaje SE COMPADECE, y sufre también porque ES BUENA PERSONA, que no está pensando en que pueda haber alguien tan miserable como para mentir con un tema así. El que cae en un hoax no es un “tonto”, es una persona confiada, de buena fe, que quiere ayudar.
Por lo general, este tipo de hoax va acompañado de propuestas tan absurdas que aún no entiendo cómo es que se sigan creyendo. La famosa “Hotmail/Yahoo/Microsoft/Facebook… donarán “x” centavos de dólar por cada reenvío y así ayudaremos a este niño”.

Absurdo por donde se lo mire. Si alguien quiere ayudar lo hará sin condicionamientos a reenvíos, que, por otra parte, no hay cómo seguir ni comprobar. Sin contar que por una simple cuestión de progresión geométrica, en pocas “vueltas” de reenvíos no le alcanzaría la fortuna ni a Bill Gates para pagar esos “centavos de dólar”.

EL PEOR DAÑO, la otra cara del hoax
Y el peor de los daños: NOS HACE DESCONFIADOS. Cuando circula un pedido de difusión de alguien extraviado, por ejemplo, ya no sabemos si es verdad o no, entonces perdemos nuestro tiempo buscando rastros del mensaje para saber si debemos reproducirlo o corresponde cortarlo sin más. Tiempo que perdemos porque no queremos colaborar con el engaño, PERO TAMPOCO QUEREMOS DEJAR DE AYUDAR.
Tiempo que perdemos por la inescrupulosidad de unos cuantos, tiempo que se pierde en difundir un pedido de ayuda que es real.
El hoax va minando el buen samaritano que todos llevamos dentro.

Una disgresión: No quería salirme del tema hoax pero esta referencia se me hace inevitable: lo mismo está sucediendo por las cada vez más atrevidas formas de engaño que tienen los delincuentes para asaltar: desde simular un accidente en la ruta para que nos detengamos, pedir ayuda para que llevemos una embarazada, el cuento del “enterar para el remedio” o para “el boleto de regreso”. Estos últimos no son tan graves, pero los dos primeros hasta pueden llegar a tener consecuencias mortales para quien pretenda ayudar al enfrentarse a sujetos cada vez más despiadados a la hora de cometer un robo.
Tinelli hace también su aporte: la ridiculización de las personas que están dispuestas a ayudar los hace ver como tontos que “caen” ante la “viveza” de la troupe tinelista.

Pero volvamos al tema:
REDUCIR EL RIESGO

Ya quedaron expuestas las “pistas” que nos pueden hacer presumir que estamos ante un hoax.

El primer paso es analizar la coherencia que tenga el mensaje, a primera vista: si nos pide que avisemos de algo pero no dice dónde, ¿a qué ayuda el difundirlo? Córtelo, no sirve.

Si dice que alguien donará dinero, ¡córtelo! Ni se tome el trabajo de buscar.

Si superamos lo anterior y se trata de personas extraviadas, NO DIFUNDIRLO sin comprobar antes si es cierto o no. Generalmente esos casos están en las noticias y con un breve “gugleo” aparecen. Si no lo podemos comprobar, pero nos queda la duda y hay dónde informar, etc., supongo que no nos queda otra opción que enviarlo o compartirlo por si fuera cierto.

Eso sí: si es por mail, SIEMPRE, SIEMPRE que hagamos envíos colectivos, por trivial que fuera el tema, con CCO, por favor. (ver enlace)
Pido disculpas por la extensión, no pude hacerlo más breve y eso que quedaron muchos bites fuera de esta entrada.
 
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APÉNDICE
HOAX "famosos" que me vienen a la mente... y que no se puede creer que sean creídos!
Hallazgo de esqueletos gigantes: ése viene para todos los gustos: en medio oriente, en Rusia, en la India, en México, o en cualquier otro lugar del planeta con locación ambigua e inaccesible, cualquier lugar es bueno para este "descubrimiento arqueológico" en el que se ve claramente a los arqueólogos trabajando en un gigantesco esqueleto. Viene acompañado con supuestas referencias bíblicas o mensajes extraterrestres. Todo un plato con guarnición.
¡Pero tiene fotos! Las fotos son montajes de una exposición; como todo montaje, por bueno que sea siempre hay alguna filtración que se escapa: incoherencia de sombras, diferencias de tontalidades... pero no hay caso: si "me lo creí", será muy difícil que alguien me convenza de lo contrario. De hecho, hay centenares de páginas que aún afirman que es cierto y que hay "conspiraciones" que intentan ocultar la verdad. En fin... si eso los hace felices, por lo menos no dañan a nadie.
 
Japonés (o chino, según) que cría gatos cuadrados: con fotos y todo de un "japonés" que mostraba gatos en frascos cuadrados, a los que "ponía de chiquitos" para que crezcan cúbicos. ¿Lo puede creer? Sin embargo, mucha gente no sólo lo creyó, sino que pusieron FIRMAS y reenviaron mails para que este desalmado individuo suspensa su producción de gatos cúbicos. Claro, nadie sabía a dónde iban a parar esas firmas, porque en realidad, no iban; se diluían en las distintas rutas de los reenvíos. Bueno, esto fue falso de falsedad absoluta, pero con una repercusión social tan grande que debió intervenir el FBI, descubriendo que el "laboratorio del japonés" salió de una residencia universitaria en la que un estudiante aburrido decidió sacar el hoax, con fotos y todo.
 
GENPETS: Mascotas creadas artificialmente, alimentadas por un suero mientras estaban en su blister a medida, mientras gemían y abrían y cerraban los ojos y su panza variaba de volumen con la respiración. Aunque no lo crean, muchos medios periodísticos cayeron en la trampa y lo difundieron como real. ¡con periodistas así...! Explicación: se trataba de la muestra itinerante de un artista que quería mostrar con esa obra la invasión que la ciencia le está haciendo a la naturaleza. Por supuesto, los "pets" eran de plástico con un motorcito que movía algunas partes del cuerpo. El artista jamás buscó engañar; alguno encontró la veta y la explotó. 
MONSTRUOS ARTIFICIALES, INSUMOS DE MC DONALDS: Bueno, otra de las increíbles pero que se creen. Dice "que la carne que utiliza McDonalds para sus hamburguesas, proviene de unos auténticos bultos sin patas y sin cuernos, que son alimentados por medio de tubos conectados a sus estómagos y que de hecho no tienen huesos, sino un poco de cartílagos que nunca llegan a desarrollarse" ¡Hasta hay "videos" en Youtube! De hecho, falso total.  Falso porque no existe eso, falso porque si existiera no podría explotarse en secretas infraestructuras, falso porque seguramente sería más caro que usar ganado vacuno.
En este breve "review" sólo puse los que considero, dentro de todo, más o menos inofensivos. Producirá un poco de asco el de Mc Donalds, asombrará un poco el de los esqueletos, indignarán el de los gatos y los gen pets pero al menos no llegan al tremendo daño que pueden hacer los otros, los que se burlan de la buena fe de la gente que sólo quiere ayudar a su prójimo.
 
Yapa: un poco de matemática

Si tomamos UNA persona que inicie una cadena y envía a otras diez, ya se generaron ONCE reenvíos. Si cada uno de ellos reenvía a otros diez, tenemos CIEN reenvíos; más los anteriores, CIENTO ONCE.  Seguimos escalando y en el décimo giro (atención: apenas el décimo) ya se generaron 1.111.111.111 reenvíos. Sigamos ahora "sólo" cuatro veces más. En 14 ciclos, hemos llegado a los 11.111.111.111.111 reenvíos.

Calculemos ahora a sólo UN CENTAVO DE DÓLAR cada uno, o sea dividamos el número anterior en 100, y nos arrojará nada menos que CIENTO ONCE MIL CIENTO ONCE MILLONES CIENTO ONCE MIL CIENTO ONCE DÓLARES!!!!  (111.111.111.111).

La fortuna del hombre más rico del mundo, superior a Bill Gates, el mexicano Carlos Slim, llega a 71.500 millones de dólares. Tendría que pedir un crédito para ayudar en una cadena como la mencionada.
 
  
Enlaces relacionados

En ésta que paso a continuación, sugiero leer el hoax de los perritos: ya puede ser una ESTAFA, más allá que un "simple" hoax.

USO DEL CCO: sugiero su lectura:

 

 

Anécdotas de Yerba Buena de ayer

Cosas del transporte público...

Referencia: hablamos de la ciudad de Yerba Buena de la provincia de Tucumán, Argentina.

La "Chorbita", o el tren rural a vapor

En el centenario de la Independencia, o sea en el año 1916, se inaugura un tren a vapor que salía del "centro" en San Miguel de Tucumán y llegaba hasta el pie del cerro en Yerba Buena, recorriendo la actual Avda. Aconquija.

Se trataba de un ferrocarril liviano de trocha angosta. La Chorbita, como le decían.

Los vagones -si no todos, al menos algunos- eran abiertos, así que más de un sombrero o vestimenta se chamuscó con las chispas que volaban desde el fogón de la locomotora y que se posaban, lamentablemente, en los pasajeros.
La Chorbita: fotografía de La Gaceta

Este servicio no funcionó durante mucho tiempo: es levantado en el año 1929. 


Más información acerca de este tema:



El "Trolebús"

En el año 1955 se inauguran en Tucumán los "Trolebuses", o "Troles". Se trataba de vehículos eléctricos que se alimentaban de energía a través de dos cables que eran elevados por resortes hasta el cableado que colgaba de sendos postes de cemento al costado de la calle.

A diferencia del "Tranvía", el "Trole" debía tener dos cables: uno para el positivo y otro para el negativo. El Tranvía sólo necesitaba el positivo, ya que el negativo o "tierra" lo tomaba directamente de las vías a través de sus ruedas de hierro.


Fotografía de "La Gaceta". Muestra la llegada de los trolebuses a la rotonda del pie del cerro, en Yerba Buena. 
Sobre el techo, los "tiradores". Un resorte los elevaba hasta que enganchaban en el cableado eléctrico de la calle.

A pesar de que mucha gente se quejaba del "Trole", yo tengo muy buenos recuerdos de él: un transporte que protege la ecología, silencioso, económico, de energía renovable y muy cómodo, aunque hay que reconocer un aspecto que podía transformarse en algo sumamente grave: los accidentes que se produjeron en los días de lluvia, cuando el exterior del "trole" se electrizaba como consecuencia del agua.  Supongo que la falla no era de diseño, ya que en muchas ciudades (Como Córdoba, por ejemplo), los "troles" siguen funcionando eficientemente.

Además de que "el troley" era en sí toda una novedad, había un detalle especial: en la parte posterior una leyenda advertía a los vehículos que venían detrás: "Ojo: Servo freno". 

En Yerba Buena, la línea llegaba hasta "el pie del cerro", donde debió hacerse una rotonda para que puedan retornar. Recordemos que su maniobrabilidad está limitada al cableado disponible. En ese sentido se limitaba como el tranvía, pero a favor, estaba la posibilidad de "esquivar" un auto estacionado, por ejemplo. 

En esa época, la Avenida Aconquija era de una sola mano: la que actualmente es la mano "sur", o sea con el recorrido "Oeste - Este". Esto hacía que en el momento que se encontraban un "trole" que subía con otro que bajaba, uno de los dos choferes debía bajarse, y tirar de unas cuerdas para descolgar los cables, y de este modo permitir que el otro vehículo lo sobrepase, ya que se usaba el mismo cableado.

Cuando esto sucedía, decíamos que el chofer "iba a bajarle los tiradores" al troley. Quejosos como somos y fuimos siempre, recuerdo el "huuuuu....." casi generalizado de los pasajeros cuando se veía venir al otro coche en dirección contraria; sobre todo, cuando se sabía que "su" trole era el que debía "bajar los tiradores" y así demorar el viaje un par de minutos más. Poquísimos, pero suficiente para que los impacientes desinflaran su "huuuuu....".

Como generalmente ocurría con los organismos del estado, este medio de transporte daba pérdidas al estado (¡¿?!), aunque en manos privadas es un medio que da utilidades en cualquier parte del planeta. Conclusión: debido al déficit, este buen medio de transporte es levantado en 1962 con la liquidación de la Dirección Provincial de Transporte.

Nota: en el límite Este entre Yerba Buena y San Miguel de Tucmán, "El Cristo", o sea en la intersección de Camino al Perú, Avenida Aconquija, Mate de Luna y Alfredo Guzmán, también se hace otra rotonda que permitía a algunas unidades retornar hacia "el centro".  Recuerdo una excelente fotografía en la que "El Cristo" se veía rodeado por esa extraña corona de cables.  No pude conseguirla y si alguien la tiene, agradeceré la envíe para su publicación.

El “Cajón”

     El "Cajón"

Para conocer esto tenés que: 

1) Haber vivido de Yerba Buena.
2) Tener más de cincuenta años. 

Era la época del 102 peor que la actual. ¡Sí, chicos! peor que la actual. Venían cada 40 minutos y eran tan pocos coches que los conocíamos. "Carlitos", el más "facherito" de todos, pero no muy cabedor que digamos.
Y de todos, el más famoso: "El Cajón". Su nombre le fue asignado por su extraño parecido a un féretro. Generalmente no tenía vidrios en sus ventanas y estaba bastante destartalado, pero tenía tres grandes ventajas: una de ellas, era "cabedor". La segunda, su mecánica. Increíble, pero no fallaba jamás. Los otros, sí. Por todo eso, la frase obligada cuando lo veíamos llegar desde la parada, era más o menos ésta: "¡Huy! ¡viene el cajón! pero bueno, ahora entramos todos y llegamos seguro."
Vos que sos joven y te quejás (todavía con razón), ahora no te quedás varado en la "cola" del bondi. Antes, eso era una especie de lotería. Una sorda angustia te hacía relojear la cola y calcular hasta dónde el fercho diría la frase fatídica: "¡¡No suben más, esperen al otro!!"... con lo que los desafortunados tenían (teníamos) que continuar haciendo cola para esperar al otro coche. Como el "cajón" era grande, ahí entrábamos todos, seguro.
La tercera ventaja merece un punto aparte: su chofer. No recuerdo el nombre, pero era un hombre menudo, calvo, con un humor excelente. Daba gusto subir y encontrarse con su sonrisa, con sus bromas, su cortesía, su buena onda con todo el mundo y sobre todo, su orgullo de tener a su cargo el único coche que no se rompía nunca. Este chofer disfrutaba horrores cuando el coche "de adelante" se rompía y debíamos hacer trasbordo a "su" coche... y mientras subíamos, siempre decía... "ahí está, ¿ven? que el cajón no sirve, que el cajón es feo, pero cuando los otros se rompen el único que los salva es el cajón". Me gustaba su humor. Me gustaba su orgullo.
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Mi amigo Luis F. Cartes me aportó el apellido del chofer: Artaza.  Además de eso contó una anécdota que cabe compartirla aquí: cuando siendo muy chico tomaba el colectivo de Artaza, miraba atentamente cada movimiento del conductor: cómo coordinaba los pedales, la secuencia de los cambios y cada detalle del proceso de conducir. Con eso, aprendió a manejar y comenta que cuando le tocó ponerse frente a un volante, bastó recordar esas "lecciones" que -sin saberlo- le había obsequiado don Artaza y manejó como si siempre lo hubiera hecho.
Gracias Luis Cartes, por el dato y por tan simpática anécdota.




Una referencia al transporte público en “La Nota del Día”



“La Chanchita”

Y ya que estamos, sigamos con los bondis de antaño. Estaba la otra línea, la de "La Rinconada". Era la línea 61 por aquel entonces.  Se manejaba con viejos coches con modelos de camiones de parecidos a ésos que se ven en las películas de la segunda guerra mundial, ésos ñatos y cortitos. En realidad, me dijeron que se trataba de un modelo de Fiat y no de la guerra. El caso es que si a un mionca de ésos le ponés la sotana de colectivo, queda una especie de croqueta, una especie de chizito, pero en esa época no había chizitos, así que se lo apodó "La chanchita".
Subir a la chanchita era una lotería. Había un alto porcentaje de probabilidades de quedar varado en medio del camino. Motivos no faltaban. ¡tantos elementos mecánicos hay dentro de un ómnibus!
Chofer y pasajeros lo sabían. Era algo habitual, casi... folklórico, diría yo. Por eso, cuando la chanchita se balanceaba atorada de pasajeros, dos o tres de ellos sobresaliendo de la carrocería y con la punta de los zapatos pisando el estribo más bajo mientras los brazos estirados permitían que las manos puedan asir las manijas "ad hoc", de pronto comenzaba a surgir un humo blanco que... no, no te confundas... nada que ver con el Vaticano (sin ser irrespetuoso). Era el vapor de alguna manguera del radiador que se rebelaba a seguir prestando servicios en los veranos tucumanos... y dejaba fluir el líquido en su estado fantasmal. (gaseoso, dicen algunos.)
En ese momento, el fercho bajaba y decía, simplemente:
¡No anda mássssssss!  y la tropa debía bajar, ora al frente de la maternidad, ora en el "camino del Perú", o en cualquier otro insospechado punto de evacuación obligada de la nave.
Me pregunto dónde estará la chanchita ahora. ¿habrá llegado a ser alguna reciclada lata de duraznos, tal vez? 

El Serrano

Si, ya sé. Me entusiasmé con los bondis. Esta vez algo cortito: El Serrano. El bondi que te llevaba a San Javier. Coche único durante mucho tiempo, y por ahí creo que hubo dos. No sé si más. Si estás leyendo y lo sabés, corregime.
El Serrano era un Bedford rojo con algunos vivos de color en su decoración, que supo ser el indiscutido medio de transporte a las bellezas de San Javier pero que se quedó en el tiempo. No pudo, no quiso o no supo avanzar con los tiempos y los coches cada vez estaban peor.
Yo recuerdo -esto es real, créase o no- que una vez bajé del cerro con el bondi sin volante. ¿Lo qué? Pues... sí, así como lo leés. El bondi no tenía volante. El eje del volante tenía cruzado un trozo de palo de escoba, lo que configuraba una suerte de manubrio colectivístico y, si tenés en cuenta que el camino al cerro no es precisamente un camino recto, te imaginarás la habilidad que debía tener el fercho para hacer que todos llegáramos a Yerba Buena por la vía del pavimento y no por una brusca cortada involuntaria desde el costado del camino.
Si lo viviste, contámelo, así tengo más testigos de que esto es verdad.
Desde luego que la historia del trasporte público en Yerba Buena es mucho más rica y más antigua que la que aquí menciono. Sólo se trata de contar algunas anécdotas sin más pretensiones.

sábado, 9 de marzo de 2013

MURAL
En la ex Estación de Trenes Central Córdoba
 
Desde hace un tiempo está imponiéndose usar los espacios de estaciones de trenes y subterráneos para realizar muestras de arte.
 
En este caso, fue la naturaleza quien se encargó de cumplir con tareas decorativas.
 
El 8 de junio de 2007 decidí tomar unas fotografías en lo que fuera la estación de trenes "Central Córdoba", cuyo edificio, a siete cuadras de la plaza Independencia, enfrenta a la calle San Martín llegando por ésta a Marcos Avellaneda, que acompaña las instalaciones del ferrocarril por varias cuadras.
 
En las paredes, el tiempo y el clima decidieron hacer su arte.
 
Afortunadamente, por bastante tiempo a nadie se le ocurrió hacer mantenimiento a las paredes, de modo que este maravilloso fresco pudo posar para mi cámara.
 
El título tiene -fiel al blog- un doble sentido.
 
Por una parte, personalmente veo en las figuras esa situación: un desafío. No diré más para no inducir al visitante.
 
Por otra parte, el hecho de descubrir figuras es el desafío para quien mire estas formas: ¿qué verá en ellas? Quizás sólo una cosa informe, o quizás el ojo y el cerebro, confabulados, utilicen el stock del almacén de conocimientos para asociar las figuras a algo conocido.
 
La fotografía sólo está trabajada con aumento de contraste, sin que se haya hecho retoque alguno en las figuras. (Click para ampliar)
 
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Link relacionado a la Estación CC: http://cronicasehistoriasferroviarias.blogspot.com.ar/2010/08/el-ferrocarrill-en-tucuman.html

jueves, 7 de marzo de 2013

TRATAMIENTO


Don Tolosa miró el papel del turno, donde estaba anotado el número de consultorio. Lo ubicó rápidamente y se sentó a esperar.

De apariencia sólida aunque no obeso, de cabellos canos y aún abundantes, buena altura, sus 70 y pico de años no se reflejaban del todo en su figura. Mucho menos en su subconsciente.

Don Tolosa era de esas personas orgullosas, que no se doblan; ni espiritual ni físicamente. Esas personas que mantienen un porte severo aunque sin arrogancias.

Esperó correctamente viendo cómo la puerta del consultorio se abría dos veces. Una para que saliera una persona y otra para que sea llamada otra que no era Don Tolosa. Por fin, la puerta se abrió una tercera vez y la joven odontóloga miró su listado, levantó el rostro y pasando la vista casi mecánicamente por la sala de espera llamó en voz alta: ¡señor Tolosa, Víctor...!

Don Tolosa se puso de pie, se acomodó un poco su saco y entró al consultorio. Tras los saludos de rigor, Lucía, la odontóloga, sugirió: Mire señor, allá tiene un percherito... le sugiero que para estar más cómodo deje allí el saquito y comenzamos...

Sabido es que en el norte argentino (o por lo menos en el noroeste) acostumbramos a "diminutizar" cuanta palabra sea posible.

Bien. Dijo parcamente don Tolosa, obedeciendo la sugerencia.

A ver, vamos a ver la fichita odontológica, a ver qué tenemos de antecedentes....  dijo Lucía mientras miraba la ficha y hacía unas anotaciones en los registros de la computadora.

Bueno, cuénteme qué me le está pasando... preguntó al tiempo que giraba la butaca ésa que tienen los odontólogos, para colocarse de frente a su paciente. Don Tolosa le explicó sus dolencias y ella puso manos a la obra.

A ver, abra la boquita, por favor... eso es... un poquito más, ¿puede?  Ahá....  mire, le voy a tirar airecito y Ud. me avisa cuando le duela, ¿sí?  ¿Ahí duele un poquito, no? bien...

Todas estas frases, con las mudas respuestas de don Tolosa se sucedieron en varios minutos de observaciones...

Ya dije que don Tolosa era orgulloso y mantenía su porte, así que el incipiente fastidio que sentía no era notado por Lucía, o bien, al fin y al cabo, sí lo notaba, aunque es natural que los visitantes de un consultorio odontológico no disfruten precisamente de su estada en ese local, salvo los visitadores médicos y los cobradores.

Concluido el estudio, Lucía apresta el equipo de rayos mientras le avisa: don Tolosa, vamos a tener que hacer una plaquita... hay una cariecita que está afectando dos muelitas y necesitamos saber hasta dónde llega...

Don Tolosa se removió un poco en el sillón esta vez, pero aceptó nuevamente en silencio la gestión que debía hacerse.

¡Listo! Espere un ratito mientras revelamos, por si hay que sacar otra. Un ratito, nomás, por favor...

Terminado el revelado de la placa, Lucía fue hasta el escritorio y comenzó a preparar la orden de consulta, mientras le anunciaba:  Bueno, ya está por ahora. Le hago la ordencita para que la haga autorizar y le avisa a Gaby, la secretaria, para que queden de acuerdo cuándo debe regresar, así comenzamos el tratamiento. Es sencillo, no se preocupe... y le doy la receta de unos calmantecitos por sí hay un poquito de molestia hasta que empecemos...

Don Tolosa ya no pudo más.

¡Oiga! -espetó- ¿porqué tiene que hablarme así? Mire, doctora, no soy una criatura para que me trate como tal...  parece que a la gente mayor hay que tratarla como criaturas...

Lucía miró sin entender, haciendo una pregunta con el gesto

¡Sí! Que la plaquita, que la muelita, que el saquito...  ¡no soy una criatura! Amplió su rezongo don Tolosa.

Realmente, don Tolosa estaba muy ofuscado... equivocadamente, tenía herido su orgullo de hombre sólido y fuerte ante el aparente trato diferencial motivado por su edad... y la expresión fue bastante dura, inusual en él.

Lucía se sorprendió ante el exabrupto y le explicó que ella hablaba así a todo el mundo, que no era un trato excepcional con él por motivo alguno... que no se imaginaba que pudiera molestarlo tanto.

No muy convencido, don Tolosa se calzó su saco, recibió la orden de consulta y la receta, saludó parcamente y se retiró del consultorio, dirigiéndose a recepción.

¿Señorita Gaby? Preguntó, extendiendo la orden a la única persona que había en el lugar, quien sin duda sería la tal Gaby.

Gaby miró la orden, miró a don Tolosa con su mejor sonrisa maternal y le preguntó:

¿Para cuándo el turnito?  

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Luis R. Maderuelo

Nota: El cuento nace a partir de un hecho real, sólo alterado en algunos detalles que lo visten un poco. Pero el caso se dio -con esa salvedad- tal cual. Data de agosto del 2002 y fue subido a juntapuchos en su oportunidad.